Comunes es un colectivo sin ánimo de lucro dedicado a:

  • a) Contribuir a la protección y expansión de los Bienes Comunes [1] a través de nuestras acciones. El enfoque de Comunes tiene a los Bienes Comunes como idea central usándolos como directrices para nuestra acción. Esto facilita el descubrimiento y construcción de alternativas siguiendo una simple regla de tres, y fomenta la colaboración descentralizada a través de la producción entre iguales (P2P) de Bienes Comunes. Para más información se puede leer nuestra perspectiva sobre los Bienes Comunes.
  • b) Apoyar aquellas iniciativas que promuevan los Bienes Comunes, especialmente a los movimientos sociales de base sin ánimo de lucro, y a la red informal entre ellos. Nuestro trabajo busca disminuir los problemas encontrados en la organización y colaboración de estas iniciativas, como se explica en nuestro Manifiesto (más abajo).
  • c) Facilitar el trabajo de dichas iniciativas sociales proporcionándolas recursos y herramientas web libres. Comunes actúa como un facilitador para el trabajo de activistas, iniciativas y proyectos basados en los Bienes Comunes, proporcionándoles recursos y herramientas para impulsar sus acciones. Se puede consultar nuestro resumen de proyectos para saber cómo.

[1]: Los Bienes Comunes son aquellos recursos que son de propiedad colectiva, como las semillas, las calles o la Wikipedia.

Manifiesto

Podemos ver a las élites mundiales [2] como redes sociales, en la que cada miembro de la élite es un nodo. Cada una de estas personas poderosas conoce a algunas otras de su red, y «conecta» con ellos discutiendo, sincronizando, tomando decisiones… Los otros nodos también conocen a nuevos nodos a quienes propagan las propuestas recibidas, hasta que un grupo de miembros de la élite está de acuerdo con un plan consistente para lograr sus objetivos. Tales planes a largo plazo suelen ser secretos para quienes están fuera de dichas redes. Es decir, construyen una red cerrada en la que destaca la privacidad y el secreto. Esta red de la élite (o las múltiples redes de las élites, superpuestas) funciona a través de procedimientos y flujos de comunicación muy bien establecidos, desarrollado y perfeccionado durante décadas y décadas. Se trata de una densa red de nodos bien conectados, en la que unos invitan a otros nuevos nodos, y no tratan de hacer las cosas solos, sino más bien en coaliciones.

Cuando un miembro de la élite cae por alguna razón (e.g. escándalos mediáticos) la red sobrevive y su capacidad para desarrollar planes se mantiene intacta: sólo debe reconectarse cubriendo el vacío dejado por el miembro perdido, funcionando como toda red social (ya que hay múltiples caminos para la comunicación de dos nodos). La propuesta de Wikileaks no es atacar a nodos específicos, sino a sus relaciones: cuanto más secreta es la comunicación, más daña el que haya filtraciones (“leaks”). Filtraciones de información en serie, fallos en los procesos de comunicación secreta, revelan a la red como no confiable e insegura para los miembros de la élite. Por lo tanto, filtraciones importantes en la infraestructura podrían desacelerar la red al completo, e interrumpir la secuencia de planes de la élite. Es ahí donde entra Wikileaks, ésa es su tan fascinante misión.

Por otro lado, en Comunes vemos el mundo de los movimientos sociales, ONGs y colectivos de base como otra red social, pero esta vez abierta y pública. Cada colectivo es un nodo, y cada uno de ellos se comunica con otros nodos. Nuevos colectivos se inspiran en los ya existentes, y en ocasiones, diversos colectivos colaboran para desarrollar acciones comunes. Cada uno de ellos, normalmente, tiene algunos contactos en otros colectivos, y pueden ayudarse mutuamente hasta cierto punto. Otras veces, los colectivos se disuelven, con la consecuente pérdida de trabajo y contactos. En cualquier caso, los colectivos suelen pretender compartir y difundir sus ideas y acciones, con agendas abiertas, y manteniendo públicas sus acciones y relaciones. También podemos ver todo esto con los individuos (activistas, voluntari@s) siendo los nodos, agrupándose en colectivos y comunicándose con otros individuos/nodos.

Sin embargo, cuando comparamos esta red con las redes de las élites, podemos apreciar varias diferencias. Esta red de colectivos de base resulta débil y dispersa. Los nuevos nodos encuentran dificultades para unirse a la red, muchos nodos quedan aislados, y el colapso de nodos es frecuente. Esta red es relativamente nueva, por lo que no hemos tenido suficiente tiempo para construirla… y aquí podemos listar algunas de sus consecuencias:

  • Dificultad para formar nuevos nodos. Transformar unos pocos individuos con objetivos comunes en un colectivo requiere de mucho esfuerzo. En cada ocasión, el colectivo debe comenzar de cero, reinventar la rueda una y otra vez. No hay unas “prácticas comunes”, ni soluciones comunes para problemas compartidos, o “manuales” aceptados y extendidos (e.g. cómo empezar, qué herramientas son útiles, qué no hacer…). Consecuencias directas son la duplicación de esfuerzos y los debates cíclicos.
  • Dificultad para reforzar los nodos. Los nuevos nodos (colectivos) son pequeños y desconocidos, por lo que tienen serias dificultades para atraer colaboradoras/es y recursos. Dependen completamente del compromiso de unos pocos miembros y es común que tras un periodo de tiempo se debiliten para luego desaparecer.
  • Los nodos trabajan aislados. Con demasiada frecuencia, realizamos nuestro trabajo diario desconectadas/os de los demás. No dedicamos tiempo y esfuerzo a encontrar puntos comunes, aprendiendo de las experiencias de los otros y sincronizando acciones e iniciativas comunes.
  • Conexión pobre. Cada colectivo normalmente encuentra dificultades para nombrar 3 o 4 colectivos diferentes con intereses y tareas similares a los propios. Esto resulta en una pérdida de apoyo mutuo y coordinación.
  • Flujo de comunicación difícil. No tenemos procedimientos sencillos para comunicarnos o para descubrir colectivos similares. E incluso si se conocen, sincronizar acciones requiere de mucho esfuerzo.
  • Las alianzas son poco frecuentes. A veces un grupo de colectivos construye iniciativas comunes, pero por lo general son campañas/eventos/plataformas puntuales o temporales. Son raras las alianzas consistentes para la construcción en común o para sincronizarse de forma continua.
  • Ausencia de cooperación a largo plazo. A pesar de que los colectivos sí trabajan con vistas al largo plazo, normalmente no tienen una cooperación a largo plazo en proyectos comunes con los demás, debido a la falta de alianzas. Esto se traduce en dificultades para gestionar objetivos comunes de gran escala.

En Comunes creemos que esos movimientos sociales, ONGs y colectivos de base deberían de minimizar estas dificultades con el fin de impulsar la colaboración (alianzas) y facilitar la organización (creación de nuevos nodos) y la comunicación (nuevas conexiones). Es bastante complicado que un colectivo pequeño trabajando en, por ejemplo, educación alternativa, haga una diferencia a gran escala. Sin embargo, una red de colectivos sobre educación alternativa, ayudándose unos a otros, compartiendo sus experiencias y construyendo acciones conjuntas, tiene una probabilidad mucho mayor de alcanzar masa crítica y de hacerse conocida. Se puede decir lo mismo sobre los bancos de semillas, el «open data» o los movimientos por la no-violencia, por ejemplo.

El colectivo Comunes trata de impulsar y facilitar la organización, coordinación y colaboración de colectivos de base con el fin de superar las dificultades mencionadas a las que se enfrentan. A través de sus diferentes iniciativas, Comunes pretende contribuir mediante la construcción de herramientas y recursos para lograr dicho objetivo, siempre dentro de un marco de reforzar los Bienes Comunes [1] con sus acciones.

[1]: Los Bienes Comunes son aquellos recursos que son de propiedad colectiva, como las semillas, las calles o la Wikipedia.
[2]: Idea sugerida en la década de los ’90 en los escritos de Julian Assange (fundador de Wikileaks)